Como siempre con gratos recuerdos de compañeras(ros) tan gentiles como ustedes, de quienes he logrado valiosas experiencias hacia una mejor comprension de lectura e interes por conocer y valorar a tan insignes autores de nuestra liteeratura. De verdad siento que le he ganado mucho a la vida, me complace enormemente saber que no siempre opinamos unanimemente, que algunas veces diferimos puntos de vista y eso es, precisamente, la razón de nuestra superación.
En esto último quiero reconocer en Carolina, su temple, su altura, su guía en las letras, gracias amiga.
A todos los recuerdo fraternalmente, pero esta vez un saludo de lector para María Eugenia y su baby y a nuestros coordinadores Eddy y Angel.
Respecto del libro a comentar este sábado "La Oveja Negra" y demas fábulas de Augusto Monterroso, lamentablemente no puedo compartir virtualmente con Uds., motivo de viaje aquí mismo en el estado de New Jersey, como era mi mejor deseo. Sim embargo, brevemente les envio mi punto de vista, como solemos decir en "buen chapin".
Para mi es totalmente nueva esta tónica, no es la narrativa semejante que hemos tratado en el curso del año, aquí no es la anécdota o el folclor que en buena parte hemos leído.
Las fábulas, en su mayoría, tienen una concepción universal, muchas nos hacen provocar sonoras carcajadas, porque su lenguaje a traves de lo que llamamos animales, retratan de cuerpo entero a políticos y politiqueros, a la sociedad en sus diferentes niveles y muchos entes.
Me impactó "El Mono que quiso ser escritor satírico", que después de tanto probar, trono "ya se sabe como es la gente, todos dijeron que se había vuelto loco".
El "Monólogo del Bien" que le fue tan mal, porque "el Mal se esconde detrás del Bien".
Envidio fraternalmente a mis compañeros lectores por no tener la dicha de compartir personalmente. (Chayito mi computadora aqui en N.J. no tiene tilde)
Gratamente.
Juan Alberto Villatoro
Juan Alberto Villatoro
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